La ausencia de escenarios y la falta de una práctica democrática de tipo incluyente vienen contribuyendo a generar una crisis en el debate y la tolerancia de nuestro espacio público boliviano.
marzo 02, 2009
¿Ser o no ser bloguero?
Para comentar:
Roberto de la Cámara García (blogero español)postula diez razones para no escribir un blog.
“diez buenos motivos para no escribir un blog”
Primero: lleva mucho tiempo. Tiempo que podrías estar empleando en cosas como tener una buena vida.
Segundo: No es fácil. Todas las plataformas, son un petardo. Hay que hacer un master para instalarlas y otro master para configurarlas a tu gusto, buscar plugins, plantillas, leer foros, leer blogs… ¡joder!, me costó menos entender el calculo diferencial !.
Tercero: No vas a ganar dinero. Desengáñate, no va a suceder. Juega a la primitiva. “Todo lo que se te ocurra a tí, ya se le habrá ocurrido a otro antes, y posiblemente lo haya explicado mejor que tu. Y si tienes algo original que decir, lo más probable es que no le interese a nadie”
Cuarto: Tus amistades creen que te has vuelto un friki y que tu vida sexual deja mucho que desear, y seguramente tengan razón. Tu madre empieza a preocuparse seriamente por ti, tu chica te mira raro, cree que le eres infiel.
Quinto: Ni es periodismo ni se le parece. No te des aires de grandeza.
Sexto: La red está llena de hooligans. Tipos amargados con mucho tiempo libre se dedican a atacarte personalmente, no a tus opiniones, sino a ti.
Séptimo: Hay demasiadas reglas. Hay más protocolo que en una recepción en Cancillería. Reglas para ser un buen blogger, cómo no cabrear a otros bloggers, cómo conseguir que te lean, cómo conseguir tráfico, “cómo escribir listas de 10″. En fin, un sin vivir…
Octavo: La comunidad blogger es muy cerrada, autocontenida, incluso onanista diría yo.
Noveno: Los bloggers escriben para otros bloggers, sobre cosas que interesan a otros bloggers. Mi padre jamás leerá este blog, y el tuyo menos aún. Mi padre lee Marca Deportiva. Además tenemos los blogs de blogs, catálogos de blogs, catálogos de catálogos de blogs y sitios de refritos de contenidos, que no aportan nada y que curiosamente son los únicos que ganan dinero. Pareciera como si todo el paradigma del Web2.0 está basado en recalentar sobras y ponértelas en el plato como si fuera un menú de degustación.
Décimo: Ya hay muchos blogs. Todo lo que se te ocurra a tí, ya se le habrá ocurrido a otro antes, y posiblemente lo haya explicado mejor que tu. Y si tienes algo original que decir, lo más probable es que no le interese a nadie.
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1 comentario:
“Ser o no ser bloguero” that is the question. Como todo en la vida, es una decisión individual que es parte de los derechos de cada ser humano amparada, incluso, por leyes supranacionales. Es como aquel poeta que lanza una botella al mar con el contenido de su poema incluido en el interior, con la esperanza de ser leído por alguien en alguna parte; o el escritor que se manifiesta en la tinta del papel; o el artista que lo hace a través de cualquier técnica. El Blog puede ser una de las muchas “burbujas digitales” que se pierden en estos tiempos de le obsolescencia acelerada o puede constituir una alternativa de encuentro e intercambio entre interese comunes para construir comunidades (incluidas las de emisores noticiosos, sin llegar a ser por ello periodismo). Hablar de un decálogo o una ética al respecto, es sumarse a un fetichismo ingenuo, como hacer cosa similar con los portadores de pistolas. El blog como las armas de fuego o cualquier soporte material es un medio, una herramienta, no es un fin. Por tanto, se puede escribir sobre cualquier materia de interés sin que eso signifique que la herramienta defina el valor o no de los contenidos. El blog individual no significa nada sino se constituye o se inserta en una blogósfera, así ésta sea de onanistas. Es en ese momento que cobra vida el valor del contenido que fluye a través de la herramienta. Las consideraciones del autor del post (Roberto de la Cámara García), podrían valer también para los escritores o para los poetas, los ensayistas, los profesores, los médicos, los artistas o los reprimidos sexuales que deciden hacer públicas sus expresiones a través de cualquier mecanismo. El pecado no está en el blog, pues el objeto es neutro en sí mismo. Las virtudes y defectos de la herramienta pueden llegar a ser infinitas dependiendo los contenidos que fluyan en ella.
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