julio 04, 2007

La autonomía: ¿una marca?




A mediados del siglo pasado, la publicidad (hija del mercado) vendía tangibles y la propaganda (producto de la dinámica política) vendía valores. La diferencia entre ambas era absolutamente clara y ninguna se atrevía a rebasar el límite de la otra. Los tiempos han cambiado y la publicidad moderna ha traspasado los linderos de varios aspectos de la cotidianidad humana, entre ellos los de la política en la pugna histórica por el acceso al control de los Estados y el poder. Hoy se venden candidatos o consignas políticas de igual forma que un detergente o cualquier tipo de servicio. La presente reflexión no busca deslegitimar ningún anhelo histórico de ninguna región, simplemente pretende contrastar las nuevas formas de convocatoria y politización, utilizando incluso los mecanismos del marketing y la publicidad, pero develando también los riesgos subyacentes que su aplicación puede acarrear.



El caso de la autonomía en Santa Cruz es muy interesante para estudiarlo desde distintos ángulos. Partamos diciendo que en la historia cruceña, la lucha por las regalías es quizás más importante que cualquier hecho anterior del pasado de esas tierras. El respeto a la memoria de las personas que lucharon por tal consigna, es fundamento de la identidad y orgullo de cualquier ciudadano de ese departamento. Esa inspiración luego se concateno con otros procesos de acumulación histórica que desembocaron finalmente en la petición de autonomía. El recorrido fue largo, ingrato y hasta tortuoso. Ha significado la voluntad de varias generaciones que han sentido los procesos de centralismo y exclusión como lastre de su desarrollo y opción de futuro. En ésta particular circunstancia, el fermento de la lucha busca desembocar en un resultado positivo, con un objetivo noble de superación de las antiguas y seculares barreras que impiden su voluntad de desarrollo.



Cuando la idea genera una adhesión se constituye en una consigna y ésta adquiere valores (positivos y negativos) que impulsan su consecución. Sin embargo, la consigna de la autonomía se ha constituido en un factor opositor coincidente con el momento de ejercicio de poder de una idea y voluntad distinta, que antagoniza con ella y le otorga valores adicionales correspondientes al gran debate nacional que se viene dando en este momento de transición y cambio en el país. La autonomía es para muchos una forma de identidad, para otros la posibilidad de pertenencia a una sociedad y cultura, que se configura y fortalece; no faltan los que la entienden simplemente como una estrategia política de acercamiento y disfrute de un poder alcanzable. Como fuera, la autonomía es un rasgo distintivo de la realidad de la sociedad cruceña en todos sus niveles.



La consigna ha dado génesis a un discurso y éste ha sido escrupulosamente empaquetado con criterios de mercado, para luego ser canalizado por los medios de comunicación privados de manifiesto apoyo a la línea. Los recursos son infinitos, pues se sabe que la mayor concentración de la creatividad en el mundo ha dejado en parte al arte y ahora se mueve cómoda por los anchos caminos de la disciplina publicitaria. La consigna, entonces, deja de ser solamente eso y adquiere una fuerza fundamental de identidad regional histórica. Pero, y aquí la crítica, el discurso se vuelve envolvente y falsamente hegemónico. La consigna y convicción comienzan a ser superadas por la “marca” y poco importan los contenidos de fondo. La “espiral del silencio” comienza a funcionar y la reflexión teórica es fácilmente verificable en el día a día. El valor de la consigna cede paso a la estrategia política y es altamente funcional a la actual polarización.



Es admirable la forma y la fuerza de la movilización ciudadana respecto de la consigna autonómica, pero cuidado: el valor histórico no debe quedarse en la mera consigna opositora o la frívola utilización de una marca. Éste debe situarse en el contexto del escenario democrático de cambio. Es la gran oportunidad de lograr honrar y plasmar el objetivo de los próceres de la historia cruceña. La autonomía debe ser un fin y no un medio circunstancial de construcción de lideratos volátiles. Alrededor de ella, debe aportarse con el ingenio y la inteligencia que nace de las necesidades de todos en un afán envolvente e incluyente. No debe apoyarse en el status quo o la solapada reivindicación de posiciones obtusas y aldeanas de matiz y forma excluyente, que soportan de manera cómplice los privilegios unos cuantos en detrimento de los demás.



La acción debe ser portadora del mensaje moderno y progresista que se habilite en las dinámicas de un mundo que día a día rompe las barreras espaciales y temporales, a través de la tecnología y los mercados. La reflexión pretende concluir en ello, no dispendiar los recursos y valores en posiciones de forma, sino asumir de la manera más crítica, conciente y generosa el momento histórico, que sin negociar el valor de la consigna, pueda actuar con la suficiente inteligencia para que el cambio sea trascendental para el futuro de todos y de los que vendrán en el futuro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una visión sesgada y muy colla para mi gusto.

Anónimo dijo...

Autonomía Departamental,errores y desaciertos.

viernes 13 de julio 2007

Abordar estos temas no es sencillo, mas cuando existe una euforia sobre los sentimientos regionales?! cosa que no podemos negar ni siquiera objetar?!. La cuestión está en qué son esos sentimientos, a qué se deben, por qué son así? creo personalmente que los cívicos han logrado captar ese algo de nuestra sociedad, que decadente, se esfuerza por sobrevivir a los tiempos de cambio social, que no pasa por las ideas, sino mas bien por la búsqueda de poder absoluto (dios), de verdades absolutas (autonomia departamental), de violencia para controlar la rebelión (unión juvenil cruceñista).

Ahora me voy a concentrar en un tema fundamental para entender por qué la "Autonomía Departamental" está fundada sobre un error ideológico y conceptual.

Para empezar tomemos a la Autonomía con el Gobierno de uno mismo, entendiendo que el ser humano es único e individual, por lo que debería decidir por su propio camino a seguir y no así delegar su derecho y deber para con la sociedad que lo alberga, este es un principio de Responsabilidad, que muchos (250.000 firmas) han dejado en poder de los cívicos y prefectos!.


Desde luego que cada quien sabe porque hace las cosas, y no es la intención ser moralista con la gente que sí se prendió a la idea "Autonomista"; pero es que acaso los humanos no se pueden ubicar en sus responsabilidades? o es que este sistema les ha hecho una lobotomia que nos los deja actuar por sí mismos?. Creo que la cuestión es asumir esa responsabilidad, que llevará a por lo menos conformar una idea de lo que puede ser la Autonomía. Empezar por asumir que uno Es cuando los demás también Son: Individualidad y reconocimiento del otro.

Ahora es interesante entrar en otro de los temas tocados por la Autonomía Departamental, la supuesta solidaridad, que llena las bocas de los "cruceños". Yo me pregunto ¿cuándo se ve la solidaridad?, acaso cuando haya telemaraton? o en los programas de televisión?, o en la calle?, me atrevo a decir que la Solidaridad no es recaudar fondos para los pobres, ni hacer de dadivoso en un programa de televisión. Ser Solidario es entregar tus fuerzas y energías a los demás sin esperar nada, aunque nada es muy pretencioso, sería mas bien esperando que los demás entiendan su rol en esta sociedad despiadad y se sumen a un movimiento humano para cambiar el sistema desde sus lugares más próximos, llamense estos trabajo, familia, club, etc. sin pretender que los demás son inferiores por no alcanzar la autonomía de sus ideas porque todos compartimos principios básicos y/o elementales que nos mueven a realizarnos como seres humanos.

La Solidaridad se funda en el apoyo mutuo, en la reciprocidad de acciones y actitudes hacia el otro. En ese cambio de conciencia,de no violencia generalizada, de compañerismo, de autogestión, de amor y respeto por la vida. No en vano se esfuerzan las personas para mejorar su calidad de vida, mejorar la calidad de vida se refiere a vivir en paz, a tener horas de trabajo para tener días de descanso y ocio,de disfrute del tiempo la familia y los amigos. Esto se puede lograr si nos miramos hacia dentro, si vemos que unidos conseguiremos las metas trazadas, ayudando y colaborando en la construcción de una nueva humanidad.

Ahora,directamente al error ideológico y conceptual de la Autonomía departamental, lo cual voy a hacer brevemente porque no requiere más explicaciones, se trata de:

Autonomía=gobierno de uno o por uno mismo, ojo las prefecturas no son yo ni vos,son aparatos creados por el centralismo! quienes mantienen las estructuras intocables, e inclusive aumentan secretarias con que aumentan la burocracia (cosa que se le reclama al gobierno central).

Departamental=se refiere a una división arbitraria desde la creación de la república, que no respeta los territorios ni la identidad de los pueblos. además es es puej también obra del centralismo.

Queridos humanos y humanas estos son los errores que no me dejan creer en esta Supuesta Autonomía. ¿acaso tengo razón? espero que puedan iniciar una conversación entre seres AUTONOMOS, sin pretender llevar por delante la "institucionalidad" como bandera.

Soy autónomo.

Salud y Libertad.

Juan Marcelo Castro Melgar
poeta, caminante y otros menesteres...

humano11@gmail.com humano11@hotmail.com