Se trata de mi primer 24 de septiembre como residente en esta ciuad. Se diría que continúo aterrizando en esta entrañable tierra. El texto que sigue es una poesía de Rosario Arzabe (Publicado en El Deber del sábado 22). Todavía yo no lo asumo para mí, pero imagino a mis hijas, ya jóvenes, evocando el día que llegaron a Santa Cruz. Me gustó mucho:
Yo renací en tu alborada, prendida a la flor de tu tajibo y en el guapurú de tu mirada al verte te dije: ¡Estoy de vos tan enamorada! Acunada por tus atardeceres rojos, en el idioma de las hamacas repetí que nosotros, los cambas, “nacemos donde se nos da la gana”. Desde que tengo uso de razón, soy un trapiche que prensa su alma para endulzarte cada rincón. ¡Mi vida está comprometida con tus anillos Santa Cruz! Mi cuerpo se estremece, mi mente se agudiza, mis dedos te acarician desde el ‘cero’ de tu manzana, hasta el ‘quince’ de tu provincia más lejana. ¿Cómo no hacerlo? Si llegué con el viento que levantan tus arenales y mi semilla se expandió entre tus aleros, como esas tercas pitajayas que hoy me regalan dos luceros. Aquí bebí del aljibe del amor y me pinté de urucú de tanta pasión, aquí me convertí en pascana, aquí me embelesé de tu gente, de tus esquinas, de cada alborada, de vos mi Santa Cruz. Aquí me tendrás tan firme como raíz de cupesí, hasta el día en que Dios decida adormilarme en tus entrañas. Aquí velaré las lunas de tus quimeras para que nadie rompa tus tranqueras ni mal pague tu adopción.
Te amo tanto Santa Cruz, que el duende de mi amor cosquillea
y se despanzan de risa hasta quedar deformes y panzones tus toborochis en flor. ¡Yo soy camba desde que llegué acá!
1 comentario:
Bella tierra, bella su gente. Ojalá la hayas pasado bien, bailando un taquirari y saludando con paceña.
Un abrazo.
Publicar un comentario